«LA PRESA DE LAS NIÑAS»

GRAN CANARIA

A dos horas más o menos de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se encuentra la Presa de las Niñas. Aun no tengo ni idea de porqué se llama así, pero creo que es por ella. Por Kasandra.
Se llama así desde que mis antepasados más lejanos tienen memoria.

Todo empezó aquella noche de lluvia en Valsequillo. Mis primos y yo nos quedamos solos en la gran casa que teníamos. Era invierno y estábamos un poco resfriados, así que hicimos chocolate, apagamos las luces y empezamos a contar historias de miedo. Mi prima Iballa es la que sabe contar historias de miedo ya que es una chica de pueblo y oye bastantes historias urbanas. Yo, como soy chica de pueblo me limito a asustarme y no dormir una noche pensando en esas historias. Como he escrito, todo empezó esa noche, cuando ella se iluminó con la vieja linterna de mi tío Ruyman.

Esta historia la sé yo por mi padre. En esta historia también esta tu madre – me dijo sonriente – es la historia de Kasandra. Alguna vez nos hemos preguntado porque se llama así la presa de las niñas, pues yo tengo la respuesta a esto.

«Hace muchos años había una vieja cabaña donde vivía un señor borracho y su hija Kasandra de catorce años. Siempre le pegaba y la maltrataba, tanto físicamente como psicológicamente. Bien, pues eso se acabó cuando llegó un chico de las afueras y la enamoró. El padre descubrió lo que pasaba, y una noche de lluvia como esta, mató al chico y a su hija. A el lo ahorcó aprovechando que lo había dejado inconsciente con una cadena y a ella la violó en la propia presa mientras la ahogaba. Se dice que muchas noches de verano se escuchan la risa de los dos chiquillos. Y las noches cercanas a esta fecha de la que la estoy contando se escuchan las cadenas con las que el viejo borracho mató al joven.»

– ¿Y Kasandra? ? pregunté yo.
– Kasandra… ? susurró ? se dicen que las personas que se han ahogado en la presa han sido ahogadas por ella misma, para que le hagan compañía en el otro mundo.

Mi primo, el más pequeño me abrazó llorando. Le grité a mi prima que se callase, mi primo siempre ha sido más asustadizo que yo, así que lo llevé a su cama. Cuando fui a ver a mi prima estaba mirando la lluvia en la ventana. Mañana te voy a demostrar que tengo razón….

Al día siguiente el cielo amaneció despejado y fuimos en guagua a la presa. Había un árbol con hojas secas alejado de los otros árboles. Nos acercamos y era verdad. En el árbol estaba tachado Kasandra & Yeray.

Me quedé helada, no podría ser verdad. Ahora, como mi prima creo en lo inexpicable.

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